Tras el viaje, chicos y chicas se instalaron en sus habitaciones y, ansiosos, comenzaron a preguntar por los juegos.
La primera actividad trataba de buscar las normas de la convivencia. Éstas estaban escritas cada una en un papel y escondidas en toda la zona. Por equipos, comenzaron a buscarlas por todo el recinto. Una vez reunidas todas las normas, los muchachos se dispusieron a cenar compartiendo con todos lo que habían traído.
Después de recoger las mesas, se adentraron en el mundo de "
Eragon", una historia de dragones en la que ellos tenían el deber de ayudar al héroe protagonista a salvar los únicos huevos de dragón que quedaban. Tras terminar exitosamente su misión, se dirigieron a la capilla para terminar el día en presencia del Señor.
Hoy comienza un nuevo día.